“Enseñanza de calidad para la industria del cannabis”. Ese es el eslogan de la Oaksterdam University. Fundada en 2007 en la ciudad californiana deOakland, esta innovadora trade school está consagrada a la formación de profesionales de un sector comercial en expansión, el de la cultura y el comercio del cannabis y la marihuana.
Estamos en Estados Unidos, la tierra del pragmatismo y de la creatividad aplicada al desarrollo de negocios. Y la Oaksterdam U (como se la llama familiarmente) es consecuencia de la visión comercial y “política” de un emprendedor, Richard Lee, propietario de varios dispensarios de cannabis medicinal.
Muy concienciado respecto a la legalización del cannabis, Lee concibió la idea de constituir en California un centro de estudios sobre el cultivo y la horticultura de la polémica planta. Fue tras visitar en Holanda una escuela local de esas características, un concepto que Lee replicó, aunque añadiéndole asignaturas referidas a cuestiones legales, empresariales e ideológicas.
No en vano, del bolsillo de Lee y de los fondos de la Oaksterdam surgió gran parte de la financiación de la Prop 19, la propuesta electoral para legalizar la marihuana en California, que se votó el pasado mes de noviembre con resultado negativo, aunque muy ajustado.
“Este es un negocio con ánimo de lucro, somos grandes defensores delcapitalismo, pero ahora mismo estamos reinvirtiendo todos los beneficios en la empresa y en una causa más relevante”, explica Dale Sky Jones, directora ejecutiva de Oaksterdam, refiriéndose a la campaña de la Prop 19.
Como muestra del espíritu emprendedor americano, la Universidad Oaksterdam es un ejemplo de efectividad y rentabilidad: en tres años, unos12.000 estudiantes han pasado por sus aulas. Con 30 empleados fijos, y otros 25-30 a tiempo parcial, los beneficios de la entidad para este 2010 se estiman en 2 millones de dólares.
Además de sus instalaciones en el centro de Oakland, el centro ya cuenta con otros campus en Los Angeles, Sebastopol y Flint (Michigan).
“La del cannabis es una industria legítima”, asegura Greg Grimala, otro de los responsables del centro. “Aquí todos son emprendedores”. Los planes formativos de Oaksterdam tienen sobre todo dos formatos: el curso semestral, que cuesta 650 dólares y que incluye un programa de 32 horaslectivas repartidas en 13 semanas; y el seminario de fin de semana, de12 horas intensivas, por 250.
Entre los profesores de los cursos se cuentan “estrellas” del cannabis, como Kyle Kushman o Ed Rosenthal, reconocido “gurú de la hierba” y autor de varios libros de referencia sobre horticultura del cannabis. “Hasta lalegalización, esto no es una industria sino un movimiento”, asegura Dale Sky Jones, reflexionando sobre el estado actual del sector y su posible próxima evolución.
Fotos de Ryan Van Lenning. Galería original en Flickr
